¿Cómo sobrevive un ovocito al paso de los años?

¿Nunca os habéis planteado cómo es posible que los ovocitos existan en las mujeres desde su pubertad? Estos son capaces de permanecer en buen estado durante décadas.

Gracias al trabajo con ratones, un grupo de científicos de Barcelona ha descubierto el secreto de la supervivencia de estas células imprescindibles para la continuación de la especie. El estudio se centra en los agregados de proteínas, que son un grupo de proteínas mal plegadas o dañadas. Si no se controlan, estas sustancias se acumulan en el citoplasma y tienen efectos tóxicos, relacionado a su vez con enfermedades neurodegenerativas.

Pero los ovocitos no son como las otras células. Su larga vida significa que no pueden disipar sustancias tóxicas a través de la división celular. Descomponer constantemente los agregados de proteínas es una estrategia inviable, ya que requiere usar mucha energía

Un ovocito debe donar todo su citoplasma al embrión en el momento de la fecundación, estrategia que evita generar otros subproductos que podrían dañar el ADN materno y comprometer el éxito de su función, la reproducción, por lo que no puede permitir que se acumule basura, lo que supondría un riesgo. En ese sentido, los ELVA son como una sofisticada red de eliminación de residuos . Los ELVA se mueven hacia la superficie de la célula y descomponen los agregados de proteínas, esencialmente limpiando el citoplasma en profundidad. Esto hace que los ovocitos sean particularmente sensibles a los efectos de las proteínas mal plegadas o dañadas.

Por lo tanto, sería la presencia de agregados proteicos lo que podría interferir con la calidad tanto del óvulo como del embrión. Los autores del estudio eliminaron la capacidad de los ELVA para degradar los agregados de proteínas durante el proceso de maduración de los ovocitos y el resultado fue la formación de óvulos defectuosos. Cuando el equipo científico “obligó” a los embriones a heredar proteínas agregadas, 3 de cada 5 (60%) no lograron completar etapas muy tempranas de desarrollo.

El estudio se publicó en la revista cell.