Para poder indicar a la pareja el momento idóneo para tener las relaciones sexuales que favorezcan el embarazo, se controla el ciclo menstrual de la mujer mediante análisis sanguíneos y ecografías. En base a éstos, se planifica el momento del coito y, unas dos semanas después, se realiza la prueba de embarazo para determinar la efectividad de la técnica, es decir, si ha habido o no embarazo.

La programación de las relaciones puede hacerse de forma natural (sin medicación) o dando a la mujer medicación hormonal para controlar mejor el desarrollo folicular y la ovulación.

En el coito programado en ciclo natural la mujer no recibe fármacos hormonales, sino que se deja que el ciclo ovárico siga su curso natural. Únicamente se controla el crecimiento folicular mediante ecografías y el nivel de LH (hormona luteinizante) mediante análisis de sangre. El pico de la LH es la señal hormonal que recibe el organismo para que se produzca la ovulación.

La cantidad de LH se mide de forma seriada a partir del noveno día de menstruación y, una vez se observa un aumento del nivel, el ginecólogo determina el día idóneo para la concepción. Se aumentan así las posibilidades de conseguir el embarazo.

El ciclo natural con inducción de la ovulación es un proceso intermedio entre el ciclo natural y la estimulación ovárica. El ciclo natural con inducción de la ovulación consiste en controlar el crecimiento natural del óvulo y, cuando se observa por ecografía que el óvulo ya está maduro, es decir, cuando el folículo tiene alrededor de 14 mm, se da a la paciente una inyección de hormona hCG.

Esta hormona induce la ovulación unas 36 horas después de su administración subcutánea, es decir, imita el pico endógeno de LH. También es posible desencadenar la ovulación dando hormona LH.

Así, se programan las relaciones sexuales unos dos días después de la inyección de hCG para favorecer el encuentro entre espermatozoides y óvulo.

En la estimulación ovárica,la mujer recibe una inyección diaria de gonadotropinas (FSH, LH o HMG), hormonas que actúan sobre el ovario, para estimular los ovarios y favorecer el crecimiento y maduración de los óvulos. Este crecimiento se controla mediante ecografías y análisis de sangre.

Una vez los controles nos indican que el óvulo está maduro, la mujer recibe una inyección de hCG, con la que se logrará la ovulación unos dos días después de su administración. De esta manera, se recomendará a la pareja mantener las relaciones sexuales entre 36 y 48 horas después de administrar la hCG. Al igual que antes, también es posible dar LH.

La medicación hormonal se da por vía subcutánea desde el primer día del ciclo, es decir, el día en que baja la menstruación (primer día de sangre roja), y se prolonga entre 8 y 14 días, dependiendo de la respuesta de cada mujer.

A veces también se suministran citrato de clomifeno por vía oral y medicamentos antiprolactínicos para tratar los problemas ovulatorios en las mujeres y optimizar el ciclo ovárico.

Puesto que la fecundación ocurre de forma natural, es fundamental controlar minuciosamente el desarrollo ovárico para evitar el embarazo múltiple.