La fecundación es la unión del óvulo y el espermatozoide, fundamental para el inicio del embarazo. En humanos, este proceso ocurre internamente en las trompas de Falopio, denominándose fecundación natural o ‘in vivo’. También se puede realizar en un laboratorio a través de la fecundación artificial o in vitro.

En la fecundación, los gametos masculino y femenino, espermatozoide y óvulo, se fusionan, restableciendo la dotación cromosómica normal del ser humano (46 cromosomas). La eyaculación del hombre en la vagina de la mujer inicia el proceso, con millones de espermatozoides ascendiendo al tracto genital femenino, pero solo unos pocos alcanzan las trompas de Falopio.

La fecundación natural pasa por varias etapas:

  1. Penetración de la corona radiada: Los espermatozoides atraviesan la corona radiada del óvulo mediante la enzima hialuronidasa y el movimiento del flagelo.
  2. Penetración de la zona pelúcida: Para atravesar esta segunda barrera, el espermatozoide libera espermiolisinas que disuelven la zona pelúcida.
  3. Fusión de membranas: La cabeza del espermatozoide se fusiona con la membrana del óvulo, desencadenando la formación del cono de fecundación, despolarización de la membrana y liberación de gránulos corticales.
  4. Fusión de núcleos y formación del cigoto: Con la entrada del espermatozoide, el óvulo se activa para completar la meiosis, formando los pronúcleos femenino y masculino. La fusión de estos pronúcleos establece la dotación cromosómica normal (46 cromosomas) y da lugar al cigoto.

El cigoto determina el sexo del futuro bebé según si es portador de los cromosomas sexuales XY (niño) o XX (niña), dependiendo del espermatozoide.

En gemelos, la fecundación es idéntica a la de un único bebé, y la división celular posterior resulta en dos bebés genéticamente idénticos. En mellizos, dos óvulos distintos son fecundados por dos espermatozoides, desarrollándose dos bebés no genéticamente idénticos.

Después de la fecundación, el óvulo fecundado se convierte en un cigoto y, a medida que desciende por la trompa de Falopio hacia el útero, se divide para formar el embrión de dos células y, finalmente, el blastocisto, que se implanta en el útero para iniciar el embarazo.