El líquido amniótico es un fluido que rodea al feto durante el embarazo dentro del saco amniótico, proporcionando un entorno esencial para su desarrollo y protección. A medida que el feto crece y se desarrolla, el líquido amniótico cumple varias funciones clave:
1. Permite que el feto se mueva libremente sin que las membranas del saco amniótico se adhieran a su cuerpo, contribuyendo al crecimientoóseo adecuado.
2. Protege al feto de golpes externos o movimientos súbitos, amortiguando posibles traumatismos abdominales en la madre y el efecto de las contracciones uterinas.
3. Evita que la madre sienta dolor por los movimientos del feto y protege los órganos maternos cercanos y el cordón umbilical de daños.
4. Matiene una temperatura constante alrededor del feto, evitando la pçeridad de calor y proporcionando un ambiente estéril para su desarrollo.
5. Contribuye al desarrollo de los pulmones del feto.
6. Facilita la acomodación del feto al canal del parto antes de que la bolsa se rompa, y, cuando se rompe, lubrica el canal del parto.
El líquido amniótico comienza a formarse alrededor de la cuarta semana de embarazo, y su composición cambia
a lo largo de la gestación. En el primer trimestre, es un ultrafiltrado del plasma sanguíneo materno y contiene proteínas, carbohidratos, glúcidos y electrolitos para el desarrollo fetal. A partir de la semana 12, el feto contribuye a la renovación del líquido amniótico a través de su orina, que se convierte en el componente principal en las próximas semanas. La cantidad de líquido amniótico también varía a lo largo del embarazo, siendo máxima alrededor de la semana 34 y disminuyendo a partir de la semana 38.
La evaluación del volumen de líquido amniótico es un indicador del bienestar fetal y se realiza mediante ecografías. Existen dos métodoso para estimar este volumen: midiendo el diámetro vertical de la laguna máxima libre o calculando el índice de líquido amniótico (ILA), que divide la cavidad uterina en cuatro cuadrantes y mide los diámetros de las lagunas libres en cada uno.
Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden indicar alteraciones en el embarazo:
– Oligohidramnios: una cantidad insuficiente de líquido amniótico, que puede deberse a anomalías
genitourinarias, hipertensión materna, insuficiencia útero-placentaria u otras causas.
– Polihidramnios: un exceso de líquido amniótico, que puede estar relacionado con embarazos múltiples, anomalías congénitas, diabetes destacional o infecciones maternas.
En general, estas alteraciones pueden requerir un control adicional y específico durante el embarazo. La
amniocentesis, una prueba prenatal que implica la extracción de una muestra de líquido amniótico, puede utilizarse para evaluar la salud del feto y detectar posibles malormaciones o alteraciones genéticas. Sin embargo, esta prueba conlleva riesgos y se realiza solo en casos de sospecha de problemas en el feto.