La movilidad espermática se refiere a la capacidad de los espermatozoides para moverse y desplazarse de manera efectiva en el tracto reproductivo femenino. Es uno de los parámetros evaluados en un análisis de semen o espermiograma, que es una prueba realizada para evaluar la calidad del semen y la fertilidad masculina.

La movilidad espermática se clasifica en diferentes categorías, generalmente divididas en motilidad progresiva y motilidad no progresiva. La motilidad progresiva se refiere a los espermatozoides que se mueven de manera rápida y en línea recta, lo que significa que tienen una alta capacidad de movimiento y desplazamiento. La motilidad no progresiva incluye los espermatozoides que se mueven, pero lo hacen de manera lenta o en movimientos circulares.

La movilidad espermática es un factor importante para la fertilidad masculina, ya que los espermatozoides deben ser capaces de nadar hacia el óvulo para lograr la fertilización. Una buena movilidad espermática aumenta las posibilidades de que los espermatozoides puedan llegar al óvulo y fertilizarlo con éxito.

La movilidad espermática se evalúa mediante el examen microscópico de una muestra de semen. Se observa el movimiento de los espermatozoides y se realiza una clasificación basada en su capacidad de movimiento. La motilidad se puede informar en porcentaje de espermatozoides con movilidad progresiva y no progresiva.

Es importante tener en cuenta que la movilidad espermática es solo uno de los parámetros evaluados en un espermiograma completo. Otros parámetros, como el recuento de espermatozoides, la morfología espermática y la concentración de esperma, también son importantes para evaluar la fertilidad masculina. Si hay preocupaciones sobre la calidad del semen o la fertilidad masculina, es recomendable consultar a un médico especialista en fertilidad o a un urólogo para una evaluación completa.