Un parto pretérmino o prematuro es aquel que se produce antes de la semana 37, según la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Un nacimiento prematuro es una complicación tanto para la madre como para el recién nacido y puede resultar en problemas de salud graves. La prematuridad se clasifica en cuatro categorías según el momento en el que ocurre:

  • Parto prematuro severo: entre la semana 28 y 31.
  • Prematuridad moderada: entre las semanas 32 y 33.
  • Prematuridad extrema: antes de la semana 28.
  • Parto prematuro límite o leve: a partir de la semana 34 a la 36.

Se estima que alrededor del 5-10% de los nacimientos son prematuros, y en muchos casos, la causa exacta es desconocida. Algunas causas comunes de partos prematuros incluyen la sobredistensión uterina, infecciones o inflamaciones uterinas, y hemorragias. Existen factores de riesgo maternos (hábitos de vida poco saludables, infecciones, partos prematuros previos, hipertensión arterial, o antecedentes de cirugía en cuello de útero o conización) y gestacionales (embarazo múltiple, exceso de líquido amniótico, rotura de bolsa de forma prematura, insuficiencia cervicouterina, o defectos en la placenta) que aumentan la probabilidad de un parto prematuro. 

Los síntomas de un parto prematuro incluyen contracciones, expulsión del tapón mucoso, cambios en el flujo vaginal, hemorragia vaginal, dolor abdominal, y aumento en la presión pélvica. 

Para el diagnóstico, se pueden realizar pruebas como la medición del cuello uterino y la detección de fibronectina fetal. El tratamiento se centra en retrasar el parto si es posible y puede incluir reposo absoluto, hidratación y medicamentos tocolíticos para frenar las contracciones. 

Además, se pueden administrar glucocorticoides a la madre para la maduración de los pulmones del feto. Los bebés prematuros requieren cuidados especiales debido a su inmadurez. Pueden necesitar ventilación asistida, calor adicional, alimentación intravenosa y cuidados en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Los problemas más comunes en bebés prematuros están relacionados con el sistema respiratorio, digestivo, renal, inmunológico y la visión.